Clientelismo político:
Discriminación, violencia y esclavitud
Tiempo atrás pensaba que las necesidades básicas satisfechas del hombre generaban el camino a la felicidad primaria; pero su falta de satisfacción generaba desesperación. Hoy día podríamos ver confirmada esa reflexión.
Cuando un habitante encuentra agotadas las vías para saciar sus necesidades o las de su familia, pierde los límites y acepta acciones o situaciones que, de lo contrario, no permitiría. (No me referiré a las acciones ilícitas efectuadas) Así se convierte en esclavo de un tercero que, usando la necesidad de la persona, obtiene en forma reprochable beneficios personales.
Esta necesidad no es involuntaria, sino muy por el contrario, es la creación de un grupo de personajes, generalmente con ansias de poder ilimitado. Estos grupos arman sus estructuras de dominio social mediante la construcción de un andamiaje complejo, pero que tiene su base absoluta en generar la dupla carencia-dadiva.
Y es así dado que, ante la aparición de estados de necesidad o carencia absoluta(al carecer la persona forma directa o indirecta para enfrentar sus problemas, léase por ejemplo al no poder dar alimento a su familia por no tener empleo o no poder afrontar problemas de salud por no poder costear económicamente los medicamentos) aparece el grupo salvador que, mediante sus dadivas temporales y esclavistas, soluciona esa necesidad o carencia creada intencionalmente por ellos mismos. Pero esta solución siempre será temporal dado que el grupo necesita tener cautivo a la persona y su familia para obtener luego réditos, generalmente, políticos.
Hasta aquí expuse la trama política de esta relación tan compleja, pero nunca los grupos creadores actúan en el ruedo, sino que buscan o crean personas socialmente reconocidas en los grupos de necesidad para que sean estos los que dispongan los repartos. Así vemos lo que podríamos denominar la trama social del clientelismo político, donde la persona necesitada relaciona su solución con una identidad o grupo político y su pensamiento inmediato en la dupla necesidad/satisfacción siempre será relacionado con dicho grupo.
No solo el clientelismo político lo genera el partido que ejerce el gobierno de turno, aunque este tendrá el manejo indiscriminado de fondos. Si hacemos un repaso veremos que en los últimos años han crecido exponencialmente los comedores barriales, lo que nos da la pauta directa que creció en igual sentido la cantidad de personas que no logran obtener las comidas diarias necesarias. Si bien debo destacar la existencia de comedores que responden a grupos que no ejercen política partidaria, la mayoría recibe aportes provenientes de grupos que necesitaran de esos necesitados. Allí podríamos ver claramente la dupla creación de necesidad / satisfacción esclavista y efímera.
Cualquiera podría reflexionar que esto no es correcto, porque "si ya llegaron al poder que necesidad tienen de seguir con las dadivas" y concluir que "Lo hacen por piensan en la gente". Si Bien todas las opiniones son validas, luego de un pequeño estudio del tema he comprendido que el clientelismo político (partidario) es la mejor forma de mantener activo a un partido político entre elección y elección. Podría decir que el mayor riesgo de los partidos es tomar malas posiciones sociales o publicas entre elecciones que puedan perjudicar su futuro. Este tipo de acción clientelar resuelve el problema porque, sin llegar a hipotecar el futuro político, con la necesidad existente minuto a minuto, el partido se mantiene vivo los 365 días del año, y sino ganando terreno, manteniendo el ya conquistado.
Y si bien estas personas, no aseguran el voto en el sentido de maquinaria partidaria, al momento de llegar al cuarto oscuro se encenderá la presión psico-esclavista generada por el "patrón político" y el recuerdo la solución a su necesidad la encontrara o la sentirá garantizada al ver la boleta del grupo o individuo que siempre le "dio". Del Grupo que logro atraparlo como cliente-esclavo.
Este concepto tan simple, clientelismo político, en la practica se genera por estructuras altamente complejas pero que tienden siempre a posicionar socialmente a un grupo determinado como el único capaz de solucionar un conflicto o una situación, que casi siempre este mismo grupo crea. Y todo ello mediante una acción psicológica y esclavista al posicionarse como ellos o la nada.
Para cerrar el tema, invito a reflexionar y no atacar a quienes son "clientes" de estos "patrones políticos", dado que esas personas mayormente no comprenden que son utilizados, tanto por el trabajo psicológico ejercido sobre ellos como por las necesidades propias o familiares que los acorralan y los llenan de desesperación. Y mas alla de justificar acciones, debemos entender que los únicos responsables son los grupos que crean o aprovechan estas necesidades sociales y luego construyen el andamiaje para manejar el clientelismo político.