miércoles, 13 de agosto de 2008

TRANSPORTE: Subsidios y discriminación

Merece un debate de fondo -y un reclamo que cobre más vigor en términos políticos y ante la opinión pública nacional- la discriminación que sufre el interior del país respecto de los subsidios que la administración central dedica al transporte público de pasajeros. Santa Fe está sumida en la misma iniquidad que sus pares de todo el país, frente al trato privilegiado con que cuenta sólo una parte de ese subsistema del transporte. Esta semana, en los medios de comunicación de la Capital Federal recibió una extensa cobertura periodística el aumento del precio del boleto en la ciudad de Rosario y sus secuelas, pero -lamentablemente- sólo se reflejaron los aspectos exteriores, lo más visible del problema, y no sus causas profundas. El pasaje promedio rosarino subió de 1,40 a 1,60 pesos. Eso despertó una ola de críticas y una movilización de usuarios, muchos de ellos militantes kirchneristas opositores a la gestión socialista en la ciudad del sur. En las pantallas de TV se mostraron enfrentamientos violentos, la explosión de bombas de estruendo y acciones de contención a cargo de la Policía de la provincia. En cambio, se dijo poco del aumento de los costos del servicio y mucho menos de cómo la Secretaría de Transporte de la Nación segrega al "interior", es decir a casi todo el país. Lo ocurrido en Rosario puede explicarse con asientos contables, y es un capítulo más de las nefastas consecuencias que tiene este trato desigual del gobierno nacional para con los argentinos que no viven en la Capital Federal o el Gran Buenos Aires en materia de transporte. Mientras los servicios de colectivos en la gran ciudad reciben el 49% de los recursos nacionales y el conurbano bonaerense lo hace con el 32%, proporciones muy inferiores llegan a las provincias. Santa Fe recibe el 2,66%; Córdoba, 2,79%; y Mendoza, 2,22%. Y están entre las mejor ubicadas. Es cierto que dentro de la llamada jurisdicción nacional se incluye además a otros servicios interurbanos (como los que unen Santa Fe y Paraná o Resistencia y Corrientes), pero -aún con esas aclaraciones- la desproporción es notable. Los servicios de transporte por ómnibus radicados en Capital reciben 124,9 millones de pesos, y los inscriptos en partidos del Gran Buenos Aires otros 80.6 millones. Las empresas santafesinas, en cambio, reciben 6,7 millones y las cordobesas 7 millones. Podría pensarse que la desproporción guarda relación con el tamaño de los mercados, pero no es así. El subsidio por pasajero es de 1,11 pesos en Capital Federal, en tanto que en el Gran Buenos Aires asciende a 1,21. En cambio, el monebús santafesino tiene por cada boleto cortado sólo 0,38 pesos de ayuda del Estado nacional. El gobierno santafesino ha tomado como un problema central a la marginación que, como las demás, sufre la provincia de Santa Fe. Y procura -en las instancias de que dispone- lograr consensos con los funcionarios de otros Estados para que el reclamo sea alguna vez tenido en cuenta por las autoridades nacionales.
http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2008/08/10/opinion/OPIN-01.html