Diario Rio Negro on line
NEUQUÉN (AN).- La discriminación, aunque no es reconocida abiertamente, en los locales bailables o de entretenimiento nocturno de Neuquén existe. Se la justifica con un simple "la casa se reserva el derecho de admisión", de la boca de un guardia de seguridad o en carteles colgados en las puertas de los boliches y bares. El diputado de Unión por los Neuquinos (UNE), Rodolfo Canini, presentó dos proyectos para intervenir en la temática: el primero plantea sanciones para prohibir actos de discriminación de cualquier tipo, mientras que el segundo establece requisitos de formación para el personal que encargado de las tareas de "control y permanencia", tal como se describe en el proyecto a los llamados patovicas.
Respecto de la adhesión a ley nacional 26370 sancionada en mayo pasado por el Congreso y que establece las reglas para habilitar a aquellos que vayan a desempeñar tareas de seguridad privada, Canini expresó que "la norma resulta necesaria" como un complemento de la propuesta que con la que busca regular el derecho de admisión.
"La misma con la que busca dar respuesta a la problemática generada por la práctica instalada de realizar controles mediante los llamados patovicas, quienes en muchas ocasiones no se encuentran preparados profesionalmente para el trato al público y maltratan a los usuarios, los discriminan e incluso los golpean, llegando en casos extremos a ser acusados de matar a golpes a los jóvenes sujetos del control", indicó Canini respecto del proyecto que propone exigir a quienes trabajen como seguridad privada en boliches un certificado de antecedentes penales y reincidencia carcelaria, otro de aptitud psicológica y técnica y la realización de una capacitación obligatoria.
Respecto de la admisión y permanencia, la ley nacional promulgada el 28 de mayo pasado plantea los casos en los que se puede limitar el acceso a los clientes. Actitudes violentas, racistas o xenófobas; síntomas de haber consumido drogas o en estado de embriaguez y portación de armas son los casos extremos en los que se obliga además a dar aviso a las autoridades correspondientes. Pero para cuando no se presenten este tipo de conductas, ningún cliente podrá ser impedido en su ingreso al lugar y, tal como lo establece la ley de derecho de admisión presentada por Canini, se reconocerá y se garantizará en toda la provincia "el derecho a ser diferente". Si logra el acuerdo del resto de los bloques, no se admitirán discriminaciones "que tiendan a la segregación, exclusión, restricción o menoscabo por razones o con pretexto de raza, etnia, género, orientación sexual, identidad de género, edad, religión, ideología, opinión, nacionalidad, caracteres físicos, condición psicofísica, social, económica o cualquier circunstancias que implique distinción".
Además, se deberá colgar cartelería en la que se informe que "está prohibida la discriminación" y, de registrarse algún caso de incumplimiento, la subsecretaría de Justicia y Derechos Humanos de la provincia podrá clausurar el local hasta por 180 días, ante reincidencias.
NEUQUÉN (AN).- La discriminación, aunque no es reconocida abiertamente, en los locales bailables o de entretenimiento nocturno de Neuquén existe. Se la justifica con un simple "la casa se reserva el derecho de admisión", de la boca de un guardia de seguridad o en carteles colgados en las puertas de los boliches y bares. El diputado de Unión por los Neuquinos (UNE), Rodolfo Canini, presentó dos proyectos para intervenir en la temática: el primero plantea sanciones para prohibir actos de discriminación de cualquier tipo, mientras que el segundo establece requisitos de formación para el personal que encargado de las tareas de "control y permanencia", tal como se describe en el proyecto a los llamados patovicas.
Respecto de la adhesión a ley nacional 26370 sancionada en mayo pasado por el Congreso y que establece las reglas para habilitar a aquellos que vayan a desempeñar tareas de seguridad privada, Canini expresó que "la norma resulta necesaria" como un complemento de la propuesta que con la que busca regular el derecho de admisión.
"La misma con la que busca dar respuesta a la problemática generada por la práctica instalada de realizar controles mediante los llamados patovicas, quienes en muchas ocasiones no se encuentran preparados profesionalmente para el trato al público y maltratan a los usuarios, los discriminan e incluso los golpean, llegando en casos extremos a ser acusados de matar a golpes a los jóvenes sujetos del control", indicó Canini respecto del proyecto que propone exigir a quienes trabajen como seguridad privada en boliches un certificado de antecedentes penales y reincidencia carcelaria, otro de aptitud psicológica y técnica y la realización de una capacitación obligatoria.
Respecto de la admisión y permanencia, la ley nacional promulgada el 28 de mayo pasado plantea los casos en los que se puede limitar el acceso a los clientes. Actitudes violentas, racistas o xenófobas; síntomas de haber consumido drogas o en estado de embriaguez y portación de armas son los casos extremos en los que se obliga además a dar aviso a las autoridades correspondientes. Pero para cuando no se presenten este tipo de conductas, ningún cliente podrá ser impedido en su ingreso al lugar y, tal como lo establece la ley de derecho de admisión presentada por Canini, se reconocerá y se garantizará en toda la provincia "el derecho a ser diferente". Si logra el acuerdo del resto de los bloques, no se admitirán discriminaciones "que tiendan a la segregación, exclusión, restricción o menoscabo por razones o con pretexto de raza, etnia, género, orientación sexual, identidad de género, edad, religión, ideología, opinión, nacionalidad, caracteres físicos, condición psicofísica, social, económica o cualquier circunstancias que implique distinción".
Además, se deberá colgar cartelería en la que se informe que "está prohibida la discriminación" y, de registrarse algún caso de incumplimiento, la subsecretaría de Justicia y Derechos Humanos de la provincia podrá clausurar el local hasta por 180 días, ante reincidencias.