Cuando Mario (nombre ficticio) salió el viernes por la tarde de su casa, no imaginó que la víspera del añorado fin de semana, iba a terminar detrás de unas rejas. Al parecer tuvo la mala fortuna de no caerle bien a un grupo de policías que -no se sabe muy bien por qué- se ensañaron con el joven que -según su versión- recibió golpes e insultos por demás discriminatorios. Por el abuso de autoridad, existe una denuncia en la fiscalía N° 9 de Guaymallén en donde -además de los abogados- interviene una Observadora de Derechos Humanos y miembro de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).
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