RESUMEN DE NOTA: Un partido de fútbol de la Primera división se convirtió en los últimos días en un inesperado episodio en el que las palabras discriminación, xenofobia e intolerancia ganaron un no deseado protagonismo. El escándalo, que derivó en la renuncia de Raúl Ulloa a la presidencia de Gimnasia de Jujuy después de 20 años en el cargo, se desató tras el cotejo que el “lobo” jujeño y Argentinos Juniors disputaron en el norte. Molesto por la actuación del árbitro Samuel Laverni, Ulloa irrumpió descontrolado en el campo de juego, ocasión en la que presuntamente el juez llamó “bolivianos” a los jugadores locales. Esto alteró aún más la situación, al punto tal de generar declaraciones altisonantes, presentaciones al nivel de la Embajada del país vecino y un gran debate sobre un tema que cada día se torna más recurrente, y por ello peligroso.
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